¿Pobreza menstrual?

Reflexión sobre el artículo de Lucía Franco en El País 

Los profesores solicitan productos de higiene femenina en los colegios para combatir la pobreza menstrual

Una vez leído el artículo de Lucía Franco, me veo en la obligación de exponer mi experiencia personal como docente en la Comunidad de Andalucía desde el año 2008 hasta la actualidad. Llevo en la docencia quince años de los cuales diez años  he trabajado como profesora interina,  teniendo que cambiar de Centro y de localidad continuamente.

Me resulta sorprendente este artículo porque en todos los Centros donde he trabajado se le ha proporcionado productos de higiene menstrual a las niñas. 

Es cierto que el coste de estos productos es muy elevado en comparación con otros y que debería de reducirse  porque se trata de un producto de primerísima necesidad. 

Sin embargo, a pesar de estar trabajando los cinco últimos cursos con alumnado de compensatoria y en una zona deprimida económicamente , norte de Granada , no he percibido esa pobreza de la que habla el artículo. Siendo sin embargo muy comunes las faltas reiteradas a clase y repercutiendo negativamente en su rendimiento académico. Se aprecia que faltan a clase las alumnas que no están interesadas en los estudios y cuyas familias no se implican en su rendimiento académico. 

Por otro lado, las alumnas de compensatoria suelen llevar manicura de uñas elaborada, tratamientos de pelo costosos y justo cuando cumplen los 16, piercings y tatuajes autorizados por los tutores legales. 

El alumnado no muestra ningún pudor al hablar de la salud menstrual , es más, en muchas ocasiones trata de expresarlo incluso desmesuradamente ante el resto de la clase. 

La situación era muy distinta a la de hace veinte años en las aulas cuando te avergonzabas de tener el periodo y deseabas ocultarlo por todos los medios. Gracias a un cambio y avance importante en este sentido, la salud menstrual se ha normalizado entre niños y niñas incluso en contextos con un nivel cultural pobre y machista. 

Desde mi punto de vista ,la regulación del precio de las mascarillas para la COVID-19 se ha producido por dos causas importantes, una es la competencia creada por las empresas productoras y otra la necesidad de utilización por parte de la población en general, no solo las mujeres.