El agua: fuente de vida

Ayer fue uno de los jueves del año que según el refrán, relucen más que el sol. Jueves Santo. Y  aprovechando el buen tiempo, salimos a disfrutarlo.

Vista panorámica desde el Castillo

El destino ha sido Lanjarón. Un pueblo creado a partir de un recurso que brota de la naturaleza y que ha dado y da un valor singular a la población. El agua, sinónimo de vida en muchas civilizaciones antiguas.

La localización especial de este municipio ha hecho posible que tenga un paisaje propicio para el descanso y la revitalización gracias a su balneario y aguas medicinales con infinidad de propiedades.

La flora y fauna de este enclave genera una gran variedad de mieles con propiedades inigualables. 

El museo de la miel te acerca a ese interesante mundo de la apicultura y pone de relieve la importancia de las abejas en la biodiversidad del planeta.

Otro museo muy interesante es el del agua, recurso por el que es conocido este pueblo en el mundo entero , donde nos hacen un recorrido por la historia del municipio en torno a la explotación del agua y el desarrollo económico que ha generado.
El chocolate y el jamón
son otros dos productos endógenos que complementan el atractivo de la zona.

La arquitectura típica de las viviendas y la cantidad de plantas adornando las calles junto a las numerosas fuentes engalanadas con poesías ,alegran el paseo por el pueblo y te llena de vida.

El camino hacia el Castillo o lo que queda de él y la continuación hacia el parque con jardines que aprovecha las aguas que bajan del balneario es muy agradable al crear un ambiente de relajación y fusión de sentidos.

Me ha faltado por hacer alguna ruta de senderismo de las que se nos propone y que intentaré llevarla a cabo pronto porque este pueblo deja muy buenas sensaciones y ganas de volver.